A medida que el tiempo transcurre, crece exponencialmente la cantidad de compañías y empresas que automatizan todos sus procesos y operaciones, y han optado por dejar de tener servidores físicos para darle paso al uso responsable de nubes para almacenar todos sus datos e información importante, de forma que el proceso de interacción constante se vuelva más fácil de realizar gracias al avance de las tecnologías de la información.
Este constante avance y simplificación de procedimientos gracias al propio desarrollo tecnológico, ha arrastrado consigo que la ciberseguridad sea necesaria para apoyar todo esto. Actualmente ha aumentado la exposición de datos e información de compañías y usuarios particulares debido a que no cuentan con esquemas propios de seguridad informática, lo que puede traer siempre consecuencias negativas.
Muchas personas no lo sopesan, pero tener alguna pérdida o robo en tu base dura de datos puede causarte pérdidas económicas incalculables, por lo que se hace necesario que exista una protección total y permanente de todos los accesos a internet.
Cuando hablamos de seguridad digital o de la información también tenemos que mencionar su contrapartida, que no es otra que la vulnerabilidad digital, a la cual estamos expuestos todos desde que iniciamos alguna actividad a través de internet. Desde el mismo momento que navegamos por algún sitio web, somos vulnerables, siempre que nuestra protección no haya sido específicamente realizada.
DEFINICION DE VULNERABILIDAD EN LA SEGURIDAD DIGITAL
Muchos han confundido este término con el de “amenaza” que aunque puede ser semejantes en algunos extremos, son muy diferentes. Podríamos definir a la vulnerabilidad como uno de los aspectos con los cuales lucha la seguridad informática, y básicamente consiste en algún punto débil que se ha dejado con o sin intención en el software o hardware que utilizas, lo que tiene como resultado que por allí es donde el hacker o delincuente informático realiza la infección para causar un perjuicio cuantioso, que será para él un beneficio. Por lo general afecta directamente la confidencialidad, integridad o disponibilidad de tu sistema protector o de las bases de datos que poseas.
Muchas veces la vulnerabilidad surge como consecuencia de alguna falla en los protocolos de seguridad, o de alguna inconsistencia en los procedimientos o la configuración técnica de los mismos, al no ser desarrollados con tanta firmeza. Las vulnerabilidades que se consideran más peligrosas son aquellas que le permiten al agresor realizar un cifrado o ejecutar algún virus o código malicioso en el sistema operativo que se usa con habitualidad.
Las vulneraciones se diferencian de las amenazas en que las segundas se definen como cualquier acción que logra identificar y aprovechar la primera, de manera que se infecta y ataca la base de datos o sistema operativo de información. Las amenazas pueden ser consideradas tanto que se realicen de forma externa como interna, la primera de ellas a través de la introducción de un virus, cambio de cifrado, o ataque de negligencias en gestión.
TIPOS DE VULNERACION INFORMÁTICA
Las vulnerabilidades pueden aparecer en cualquier etapa de mantenimiento, desarrollo, modificación o control de las bases de datos o sistemas operativos implementados.
Dentro de los tipos de vulneraciones podemos encontrar:
La vulnerabilidad de día cero, que básicamente consiste en un error que en primer momento no es reconocido en un software y que puede traer como consecuencia que algún hacker pueda realizar alguna acción mediante un código para realizar un “exploit” y de esa forma infectar el sistema al cual busca acceder. Su peligro radica en que al ser una acción que no se identifica en primer momento, los fabricantes de dicho software no pueden dar soluciones rápidas mediante actualizaciones seguras. De esta forma es que se puede traficar con esa vulnerabilidad de forma paralela, y que son realizadas por compañías informáticas que sacan provecho de ello para hacer dinero.
Vulnerabilidad de diseño: Fácilmente pueden darse cuando no hay protocolos realizados con expertos, y habrá siempre debilidades en cuanto al diseño de esquemas y procedimientos de redes, o políticas de seguridad que no se adecuan a los requerimientos y necesidades de la persona o empresa que se trate. Así mismo, también podemos encontrar vulnerabilidades de implementación, que surgen cuando hay malas estructuras en cuanto a la programación de los esquemas de protección, o simplemente algún mal manejo de los fabricantes del software. También, existen vulnerabilidades por falta de mantenimiento, que es uno de los más comunes a nivel mundial, y que surgen cuando el software que has utilizado por mucho tiempo no tiene mantenimientos o actualizaciones periódicas por su fabricante, lo que puede ser señal de que debes cambiarlo por otros más nuevos porque decidieron no seguir avanzando en él.
Finalmente, existen las vulnerabilidades digitales por el factor humano, que aunque quizás no son tan llamativas, también son importantes, ya que su impacto sin duda puede ser mucho mayor de los que se han descrito antes. Surgen cuando hay deficiente o nula educación o concientización de los empleados de una empresa o compañía sobre las prácticas saludables que deben seguir y cumplir en el desarrollo de sus funciones diarias. Creer que nunca nos va a pasar y que somos inmunes a ese tipo de ataques es de los peores errores que podemos cometer, debido a que hay que tener presente siempre que manejamos datos nuestros o de terceros, que tienen un valor o utilidad y que deben ser tratado con mucha discreción y cuidado para no causarle daños a esas personas, que por lo general, son clientes o personas de confianza.